La Fundación Mutua Madrileña entrega su vigésima convocatoria de Ayudas a la Investigación en Salud a casi una treintena de centros de investigación. El proyecto de las profesoras Paz García Portilla y Ana Coto es uno de los cuatro seleccionados en el ámbito de la psiquiatría. Su estudio buscará validar marcadores que permitan diagnosticar, desde el primer brote, el trastorno bipolar y la esquizofrenia, dos enfermedades que a menudo se confunden.
La Fundación Mutua Madrileña ha entregado en Madrid sus vigésimas Ayudas a la Investigación en Salud a 26 estudios y ensayos clínicos dirigidos a la mejora de los tratamientos médicos que se desarrollarán en diferentes centros de investigación de toda España, entre ellos un proyecto liderado desde el ISPA para avanzar en el diagnóstico de enfermedades pertenecientes al campo de la salud mental.
El estudio, que coordinarán las profesoras Paz García-Portilla, catedrática de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo e investigadora principal del Grupo de Investigación en Psiquiatría del ISPA y Ana Coto Montes, catedrática de Biología Celular de la Universidad de Oviedo e investigadora principal del Grupo de Información e investigación avanzada en estrés oxidativo del ISPA, contribuirá a la implementación de la medicina de precisión en las personas con trastornos mentales graves. En concreto, su proyecto se centra en el diagnóstico de la esquizofrenia y el trastorno bipolar mediante la búsqueda de marcadores biológicos “válidos, y fiables que contribuyan a realizar el diagnóstico preciso de cada uno de estos trastornos ya desde sus fases iniciales”, según explica García-Portilla.
En el momento actual, el diagnóstico de ambos trastornos sigue basándose primordialmente en la identificación de los síntomas que presenta el paciente. El problema es que no hay ningún síntoma exclusivo de cada uno, sino que ambos pueden presentar los mismos síntomas (psicóticos, afectivos, psicomotores, o cognitivos), que pueden ir variando a lo largo de la enfermedad: “El cambio de diagnóstico de uno de los trastornos al otro es relativamente frecuente con el paso del tiempo. Por ello, en los primeros años de estas enfermedades, los clínicos utilizamos el término “primer episodio psicótico”, en lugar del diagnóstico preciso de trastorno esquizofrénico o trastorno bipolar. Las importantes implicaciones clínicas y pronósticas de diagnósticos erróneos y, en consecuencia, de la introducción de tratamientos no específicos obligan a los investigadores a buscar estos biomarcadores”, explica la doctora García-Portilla.
Los marcadores que buscará el estudio se detectarán en sangre: “A las personas que participen en el estudio les realizaremos una extracción de sangre exactamente igual a la que se hace para saber si una persona tiene anemia, o el colesterol o el azúcar alto”, concreta.
Aunque el objetivo del estudio es detectar y validar biomarcadores de tipo diagnóstico, la doctora destaca que “ello no impide que, en función de los hallazgos que obtengamos en esta primera fase, podamos diseñar fases posteriores para ver si sirven como marcadores de respuesta a determinados tratamientos, marcadores de diagnóstico precoz de recaída o de primer episodio en las poblaciones de riesgo elevado”.
El proyecto se centra
en el diagnóstico de la
esquizofrenia y el trastorno
bipolar mediante la
búsqueda de marcadores
biológicos “válidos, y
fiables que contribuyan
a realizar el diagnóstico
preciso de cada uno de
estos trastornos ya desde
sus fases iniciales”.
20 años de ayuda a la investigación
La Fundación Mutua Madrileña, que celebra este año su 20 aniversario, ha destinado en estas dos décadas 68 millones de euros a esta convocatoria anual de ayudas que ha servido para poner en marcha 1.400 proyectos de investigación.
A través de estas ayudas, la Fundación Mutua contribuye económicamente a la investigación médica de calidad que se hace en España. Los 26 proyectos seleccionados se llevarán a cabo en hospitales públicos españoles y centros de investigación en las áreas de trasplantes, centrada este año en la inmunotolerancia, los xenotrasplantes y la preservación de órganos, traumatología y sus secuelas, incluidas las neurológicas derivadas de traumatismos, enfermedades raras que se manifiestan en la infancia, oncología centrada en inmunoterapia y cáncer y salud mental, centrada en trastornos infanto-juveniles.
El acto de entrega de esta vigésima convocatoria de Ayudas a la Investigación en Salud ha estado presidido por el presidente del Grupo Mutua y su fundación, Ignacio Garralda, y ha contado con el presidente del Comité Científico de la Fundación Mutua Madrileña, el doctor Rafael Matesanz y la investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), Margarita del Val.
Consulte la relación completa de proyectos que han recibido una Ayuda a la Investigación en Salud de la Fundación Mutua Madrileña en este enlace.
